danzamos juntos

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lunes, 16 de mayo de 2016

CARTA DE ESPERANZA A TI APRENDIENTE


Querido y querida aprendiente, nos acercamos a ti con el máximo respeto y la clara conciencia de tu presencia en nuestro ser y de nuestro ser parte de ti. Queremos compartirte nuestro deseo de ir poco a poco cambiando nuestra actitud personal como educadoras y sobre todo nuestro deseo de ser cada vez más cercanas a Ti, que puedas experimentar nuestro interés por ser mediadoras en tu proceso educativo y no solo dictadoras de lecciones. Que podamos caminar juntas y juntos en esta aventura de la aprendienza. Que podamos crecer y construir el proyecto de vida que Dios tiene para Ti y para mí.
Nos imaginamos tu cara y tus expresiones en este momento. Dirás: que les paso a mis profes? ¡Están como enfermas!

DONDE EMPEZO...


Pues te contamos que todo empezó durante estos meses, largos y corto tiempo de reflexión, de lenguajear sobre nuestro estilo de ser y estar de frente a nuestra vida, del cómo nos relacionamos con nuestro universo y por consiguiente, con nuestro ser y hacer en la vida ordinaria, pues somos una unidad, somos parte de un todo. Es aquí, donde tú y todas las personas aprendientes tocaron a la puerta de nuestro ser como educadoras que somos.
Sabes, Nos hemos dejado interpelar desde lo más profundo de nuestro ser por muchas intuiciones clarividentes y de largo horizonte de nuestros maestros que creen en otro estilo de vida, que apuestan por proceso de transformación personal y colectivamente para lograr un cambio en lo más profundo de nuestro ser y por consecuencia en nuestro alrededor.
“¿Qué significa vivir? La palabra vivir tiene un primer sentido: estar vivo. Pero alcanza un sentido pleno cuando se diferencia vivir de sobrevivir. Sobrevivir, hallarse privado de las alegrías que puede proporcionar la vida, satisfacer difícilmente las necesidades elementales y alimentarias, no poder desarrollar sus cualidades y aptitudes propias. En muchas sociedades, entre ellas la nuestra, una parte de la población está condenada a sobrevivir. Pero la mayor parte vive alternando el sobrevivir y el vivir.
Sufrir restricciones, obligaciones, ¿es vivir bien? ¿No es vivir de modo prosaico, es decir sin placeres, alegrías, satisfacciones, mientras que vivir poéticamente sería desarrollarse en la plenitud, la comunión, el amor, el juego? ¿Y no estamos condenados a alternar lo prosaico y lo poético en nuestras vidas? (Morin, 2015, p.23)”

Querida y querido aprendiente, sería muy diferente nuestro mundo si lográramos comprender que la plenitud la construimos aquí y ahora, y que es posible crear esos momentos y espacios para estar bien. El estar bien que tiene un rostro: el de nuestros seres queridos; un sentimiento: el del amor reciproco, un compromiso: la solidaridad con todo ser vivo; un espacio: nuestro universo, nuestro planeta azul con sus lindos paisajes, con toda la vida que existe dentro y fuera y en el cual nos sentimos bien porque somos parte de él.
Nos dirás, ¿y que tiene que ver esto conmigo?  ¿A qué se debe todo este palabrerío? Profe… ¿a dónde quiere llegar????
Tienes razón, queremos decirte con todo esto que hemos dedicado muchos espacios y energías en este nuevo caminar y danzar la vida, algunos pasos los hemos aprendido y otros estamos al inicio… pero con mucha esperanza por seguir adelante. Queremos contarte que es apasionante ver la vida con una mirada nueva, más propositiva, positiva, capaz de crear, transformarnos desde dentro para poder ver nuestro alrededor con una mirada solidaria y corresponsable.

NUESTRO SUEÑO


Queremos manifestarte nuestro deseo de aprovechar al máximo nuestros espacios de encuentros personales, colectivos y virtuales que pasamos juntos: la escuela, las aulas, el patio, el salón de teatro, los laboratorios, el Facebook, el chat, la calle, el mar, la montaña y tantos otros que podremos crear juntos y juntas para descubrir la aventura de aprender en la vida y desde la vida el arte de ser humanos en camino, de ser humanos que ama al ser humano y hacerle saber y sentir cuanto lo valora por ser quien es, cuánto aprecia sus riquezas interiores, aun aquellas que él mismo desconoce; que descubre su potencial latente y colabora para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior. Para decirte que con la vida y los hechos y no con las palabras que eres importante para nosotras, que tu proceso personal nos interesa, que puedes contar con nosotras, que estamos dispuesta si tú nos das el permiso para descubrir contigo el tesoro que llevas dentro de hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

NUESTRO DOLOR...


Te compartimos además nuestro gran dolor al ver tantas criaturas, personas adolecentes que encontramos en las esquinas de los semáforos, en las paradas de los buses que pasan el día pidiendo una limosna o haciendo piruetas para ganarse el día, o para “pasar el rato” porque están a la par de la persona que los y las hace sentir “importantes” pero que tristemente no los y las quieren de verdad. Nos da enojo ver a tantas personas adultas que explotan a esta población tan vulnerable y carente de medios para poder defenderse.

También nosotras, en algunas ocasiones te hemos enviado a tu casa, o haz tenido que quedarte en tu casa porque no tienes el dinero necesario para pagar la mensualidad, los materiales que usaremos en la clase o en el paseo… te pedimos disculpas por estas y otras veces que nos hemos olvidado que tú tienes derecho como todas las criaturas a estar presente y a educarte bien. Porque no hemos buscado estrategias como Centro Educativo junto con tus Padres para solucionar el problema y las consecuencias las pagas tú.  Somos conscientes ahora más que antes, que también nosotras hemos favorecido a engrosar las estadísticas que nos presenta la UNESCO, (2008), sobre el alto porcentaje de la deserción escolar y el bajo nivel de rendimiento académico que sufre Nicaragua en estos últimos años.


Inmediatamente nos vienen los deseos de echar las culpas a otros, al sistema político, económico, educativo, cultural… pero no. No caeremos esta vez en el mismo error, nosotras no podemos cambiar al otro, pero si podemos cambiar nosotras. Podemos ahora que somos más conscientes, decirte que pondremos todo nuestro empeño personal en ser auténticas educadoras, que buscan con pasión el “reencantar nuestra vocación de educadoras”, en renovar nuestra propuesta pedagógica, en dejar a un lado nuestros viejos esquemas que nos hacen mediocres y estancadas, porque no queremos en algunos casos perder nuestro espacio seguro y confortable de: “siempre se ha hecho así, y para que cambiar”.  ¿Te recuerdas, cuanto disfrutamos en la realización de la “Semana Cultural: conozcamos Nicaragua”?. Cuantos momentos de trabajo colectivo, de investigación en el campo, de buscar la forma creativa para presentar cada Departamento… pero, cuanto aprendimos de nuestra bella Nicaragua. Esto nos dice que es posible, que cuando las personas están motivadas, pueden dar lo mejor de sí mismas. Como nos dice Assmann (2002, p.28): “El ambiente pedagógico tiene que ser un lugar de fascinación e inventiva: no inhibir sino propiciar la dosis de ilusión común entusiasta requerida para que el proceso de aprender se produzca como mezcla de todos los sentidos”.

Por lo tanto, queremos promover junto a ti, espacios/nichos vitales que fortalezcan en cada persona aprendiente procesos vitales de aprendimiento continuo, que pueda desarrollar todas sus capacidades y sobre todo, que le ayude a ser flexibles y adaptarse al ambiente y aprender de cada situación “a vivir en tanto individuo afrontando los problemas de su vida personal, a vivir en tanto en tanto ciudadano de su nación, a vivir también en su pertenencia a lo humano” (Morin, 2015, p. 15). Puesto que “vives porque aprendes y aprendes porque vives” (Varela y Maturana).


APRENDEMOS A CADA MOMENTO

Estamos aprendiendo a ver nuestra misión de educadoras como una mediación entre tú y yo y nuestro ambiente. Donde hacemos la experiencia de aprender como parte de un mismo núcleo de interacción y de intercambio integrales de saberes, de seres, de poderes y de placer.
En este proceso de mediación pedagógica queremos hacer énfasis sobre todo en el favorecerte espacios donde te sientas bien, donde puedas crear y construir tu propio aprendizaje para que seas capaz de enfrentar los nuevos desafíos que te presenta la sociedad de hoy; a disfrutar de lo que haces y aprendes, a valorar el esfuerzo tuyo y de cada persona por salir adelante, aunque si este parezca pequeño o insignificante. Que puedas ver el hoy como una posibilidad para superarte, que podamos juntos crecer en las relaciones significativas que dan vida, que generan vida y promueven vida.
Sobre todo, seremos plenamente felices si aprendes a “desobedecer” porque te interrogas, nos cuestionas a nosotras, a la sociedad… con criterios abiertos en favor de la vida, del bienestar, de la libertad, de los valores… porque logras en ese momento tomar tu vida en tus manos y no delegarla a los demás, porque comprenderás que en ese momento lo que anuncias y denuncias es tuyo, es parte de tu vida.

Esta es una educación que nadie puede darte excepto tú mismo, ésta es la belleza de un proceso de aprendimiento continuo de la vida y en la vida.
Gracias desde ya por ayudarnos a vivir nuestra vocaciòn y misiòn de educadoras salesianas desde esta nueva visón de la vida. Concluimos esta carta con una oración que nos parece esperanzadora en este proceso de transformación personal:






REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Assman, H., (2002). Placer y Ternura en la Educación. Hacia una sociedad aprendiente. Madrid: Narcea, S. A., de Ediciones.
Maturana, H. & Varela, F., (2003). De máquinas y seres vivos: autopoiesis, la organización de lo vivo. Argentina: Grupo Editorial Lumen.
Morin, E., (2015). Enseñar a vivir. Manifiesto para cambiar la educación. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
UNESCO / OREAL (2008), Los aprendizajes de los estudiantes de América Latina y el Caribe. Primer reporte de los resultados del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE), Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREAL). Santiago


1 comentario:

  1. Buenas noches
    Estamos llegando a ustedes queridos compañeros por medio de esta carta llena de esperanza, CON LA CERTEZA QUE JUNTOS HAREMOS LA DIFERENCIA

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