Querido
y querida aprendiente, nos acercamos a ti con el máximo respeto y la clara
conciencia de tu presencia en nuestro ser y de nuestro ser parte de ti. Queremos
compartirte nuestro deseo de ir poco a poco cambiando nuestra actitud personal
como educadoras y sobre todo nuestro deseo de ser cada vez más cercanas a Ti,
que puedas experimentar nuestro interés por ser mediadoras en tu proceso
educativo y no solo dictadoras de lecciones. Que podamos caminar juntas y
juntos en esta aventura de la aprendienza. Que podamos crecer y construir el
proyecto de vida que Dios tiene para Ti y para mí.
Nos
imaginamos tu cara y tus expresiones en este momento. Dirás: que les paso a mis
profes? ¡Están como enfermas!
DONDE EMPEZO...
Pues te contamos que todo empezó durante estos meses, largos y corto tiempo de reflexión, de lenguajear sobre nuestro estilo de ser y estar de frente a nuestra vida, del cómo nos relacionamos con nuestro universo y por consiguiente, con nuestro ser y hacer en la vida ordinaria, pues somos una unidad, somos parte de un todo. Es aquí, donde tú y todas las personas aprendientes tocaron a la puerta de nuestro ser como educadoras que somos.
Sabes,
Nos hemos dejado interpelar desde lo más profundo de nuestro ser por muchas
intuiciones clarividentes y de largo horizonte de nuestros maestros que creen
en otro estilo de vida, que apuestan por proceso de transformación personal y
colectivamente para lograr un cambio en lo más profundo de nuestro ser y por
consecuencia en nuestro alrededor.
“¿Qué significa vivir?
La palabra vivir tiene un primer sentido: estar vivo. Pero alcanza un sentido
pleno cuando se diferencia vivir de sobrevivir. Sobrevivir, hallarse privado de
las alegrías que puede proporcionar la vida, satisfacer difícilmente las
necesidades elementales y alimentarias, no poder desarrollar sus cualidades y
aptitudes propias. En muchas sociedades, entre ellas la nuestra, una parte de
la población está condenada a sobrevivir. Pero la mayor parte vive alternando
el sobrevivir y el vivir.
Sufrir restricciones,
obligaciones, ¿es vivir bien? ¿No es vivir de modo prosaico, es decir sin
placeres, alegrías, satisfacciones, mientras que vivir poéticamente sería
desarrollarse en la plenitud, la comunión, el amor, el juego? ¿Y no estamos
condenados a alternar lo prosaico y lo poético en nuestras vidas? (Morin, 2015,
p.23)”
Querida y querido aprendiente, sería muy diferente nuestro mundo si lográramos comprender que la plenitud la construimos aquí y ahora, y que es posible crear esos momentos y espacios para estar bien. El estar bien que tiene un rostro: el de nuestros seres queridos; un sentimiento: el del amor reciproco, un compromiso: la solidaridad con todo ser vivo; un espacio: nuestro universo, nuestro planeta azul con sus lindos paisajes, con toda la vida que existe dentro y fuera y en el cual nos sentimos bien porque somos parte de él.
Nos
dirás, ¿y que tiene que ver esto conmigo?
¿A qué se debe todo este palabrerío? Profe… ¿a dónde quiere llegar????
Tienes
razón, queremos decirte con todo esto que hemos dedicado muchos espacios y
energías en este nuevo caminar y danzar la vida, algunos pasos los hemos
aprendido y otros estamos al inicio… pero con mucha esperanza por seguir
adelante. Queremos contarte que es apasionante ver la vida con una mirada
nueva, más propositiva, positiva, capaz de crear, transformarnos desde dentro
para poder ver nuestro alrededor con una mirada solidaria y corresponsable.
NUESTRO SUEÑO
NUESTRO DOLOR...
Te compartimos además nuestro gran dolor al ver tantas criaturas, personas adolecentes que encontramos en las esquinas de los semáforos, en las paradas de los buses que pasan el día pidiendo una limosna o haciendo piruetas para ganarse el día, o para “pasar el rato” porque están a la par de la persona que los y las hace sentir “importantes” pero que tristemente no los y las quieren de verdad. Nos da enojo ver a tantas personas adultas que explotan a esta población tan vulnerable y carente de medios para poder defenderse.
También
nosotras, en algunas ocasiones te hemos enviado a tu casa, o haz tenido que
quedarte en tu casa porque no tienes el dinero necesario para pagar la
mensualidad, los materiales que usaremos en la clase o en el paseo… te pedimos
disculpas por estas y otras veces que nos hemos olvidado que tú tienes derecho
como todas las criaturas a estar presente y a educarte bien. Porque no hemos
buscado estrategias como Centro Educativo junto con tus Padres para solucionar
el problema y las consecuencias las pagas tú. Somos conscientes ahora más que antes, que
también nosotras hemos favorecido a engrosar las estadísticas que nos presenta
la UNESCO, (2008), sobre el alto porcentaje de la deserción escolar y el bajo
nivel de rendimiento académico que sufre Nicaragua en estos últimos años.
Inmediatamente nos vienen los deseos de echar las culpas a otros, al sistema político, económico, educativo, cultural… pero no. No caeremos esta vez en el mismo error, nosotras no podemos cambiar al otro, pero si podemos cambiar nosotras. Podemos ahora que somos más conscientes, decirte que pondremos todo nuestro empeño personal en ser auténticas educadoras, que buscan con pasión el “reencantar nuestra vocación de educadoras”, en renovar nuestra propuesta pedagógica, en dejar a un lado nuestros viejos esquemas que nos hacen mediocres y estancadas, porque no queremos en algunos casos perder nuestro espacio seguro y confortable de: “siempre se ha hecho así, y para que cambiar”. ¿Te recuerdas, cuanto disfrutamos en la realización de la “Semana Cultural: conozcamos Nicaragua”?. Cuantos momentos de trabajo colectivo, de investigación en el campo, de buscar la forma creativa para presentar cada Departamento… pero, cuanto aprendimos de nuestra bella Nicaragua. Esto nos dice que es posible, que cuando las personas están motivadas, pueden dar lo mejor de sí mismas. Como nos dice Assmann (2002, p.28): “El ambiente pedagógico tiene que ser un lugar de fascinación e inventiva: no inhibir sino propiciar la dosis de ilusión común entusiasta requerida para que el proceso de aprender se produzca como mezcla de todos los sentidos”.
Por lo tanto, queremos promover junto a ti, espacios/nichos vitales que fortalezcan en cada persona aprendiente procesos vitales de aprendimiento continuo, que pueda desarrollar todas sus capacidades y sobre todo, que le ayude a ser flexibles y adaptarse al ambiente y aprender de cada situación “a vivir en tanto individuo afrontando los problemas de su vida personal, a vivir en tanto en tanto ciudadano de su nación, a vivir también en su pertenencia a lo humano” (Morin, 2015, p. 15). Puesto que “vives porque aprendes y aprendes porque vives” (Varela y Maturana).
APRENDEMOS A CADA MOMENTO
Estamos aprendiendo a ver nuestra misión de educadoras como una mediación entre tú y yo y nuestro ambiente. Donde hacemos la experiencia de aprender como parte de un mismo núcleo de interacción y de intercambio integrales de saberes, de seres, de poderes y de placer.
En
este proceso de mediación pedagógica queremos hacer énfasis sobre todo en el
favorecerte espacios donde te sientas bien, donde puedas crear y construir tu
propio aprendizaje para que seas capaz de enfrentar los nuevos desafíos que te
presenta la sociedad de hoy; a disfrutar de lo que haces y aprendes, a valorar
el esfuerzo tuyo y de cada persona por salir adelante, aunque si este parezca
pequeño o insignificante. Que puedas ver el hoy como una posibilidad para
superarte, que podamos juntos crecer en las relaciones significativas que dan
vida, que generan vida y promueven vida.
Sobre
todo, seremos plenamente felices si aprendes a “desobedecer” porque te
interrogas, nos cuestionas a nosotras, a la sociedad… con criterios abiertos en
favor de la vida, del bienestar, de la libertad, de los valores… porque logras
en ese momento tomar tu vida en tus manos y no delegarla a los demás, porque
comprenderás que en ese momento lo que anuncias y denuncias es tuyo, es parte
de tu vida.
Esta es una educación que nadie puede darte excepto tú mismo, ésta es la belleza de un proceso de aprendimiento continuo de la vida y en la vida.
Gracias
desde ya por ayudarnos a vivir nuestra vocaciòn y misiòn de educadoras salesianas desde esta nueva visón de la vida.
Concluimos esta carta con una oración que nos parece esperanzadora en este
proceso de transformación personal:
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
Assman, H., (2002). Placer y
Ternura en la Educación. Hacia una sociedad aprendiente. Madrid: Narcea, S.
A., de Ediciones.
Maturana, H. & Varela, F., (2003). De máquinas y seres vivos: autopoiesis, la organización de lo vivo.
Argentina: Grupo Editorial Lumen.
Morin, E., (2015). Enseñar a
vivir. Manifiesto para cambiar la educación. Buenos Aires: Ediciones Nueva
Visión.
UNESCO
/ OREAL (2008), Los aprendizajes de los
estudiantes de América Latina y el Caribe. Primer reporte de los resultados del
Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE), Oficina Regional de
Educación para América Latina y el Caribe (OREAL). Santiago
Buenas noches
ResponderEliminarEstamos llegando a ustedes queridos compañeros por medio de esta carta llena de esperanza, CON LA CERTEZA QUE JUNTOS HAREMOS LA DIFERENCIA